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martes, 25 de enero de 2011

Reseña: El guerrero elfo


Me ha llevado bastante tiempo desde su publicación, pero finalmente ha llegado a mis manos El guerrero elfo, ópera prima de uno de los primeros en dejarse ver por los comentarios de éste blog, el escritor Francisco de Paula Pérez de la Parte, quien mantiene el blog Crónicas de Dracontrand.

Dado que se trata de un compañero, tanto bloggero como escritor, confieso que deberé hacer un esfuerzo extra para ser neutral en ésta reseña; aunque desde luego dudo que lo que le alabe a El guerrero elfo sea desmedido si tenemos en cuenta que con esta novela Francisco ha ganado el premio Jaén de literatura juvenil de 2010.

La novela, sin salir de los cánones del género fantástico, evidencia sin complejos las influencias del autor, cuya prosa bebe claramente de aquella ola de fantasía que siguió a Tolkien. Me refiero a aquellos autores que rodeaban el mundo editorial rodero, los encargados de crear trasfondos ambientales de proporciones épicas como la mítica Dragonlance o los Forgotten Realms del popular juego Dungeons & Drangons, dotando al género de ese aire de juventud que lo acercaba a todos.

Debo aclarar antes de nada que desde el principio el libro jugaba con desventaja;
y es que mi juicio suele ser exigente con los clichés, con las fórmulas ya usadas. Y al mismo tiempo, hay un gran público que desconfía de los cambios, de los moldes rotos, un público (juvenil en este caso) que quiere sus historias de elfos y magos, de espadas y dragones.

El aparente escollo de este dilema lo salva el autor con elegancia; nos encontramos con los acostumbrados tópicos de la fantasía juvenil, sí, pero también hallamos entre las páginas de éste primer (¿el primero de muchos?) título de las Crónicas de Dracontrand el punto justo de originalidad que hace al libro meritorio del premio.


La trama se centra en Élan, un joven miembro de la corte élfica, y en el viaje que, tras su rapto durante una aparentemente inocente competición de arco, le llevará no solo a recorrer los más insospechados rincones del continente de Transiand, sino lo que es más importante: le llevará a convertirse en Garth, el guerrero elfo.

En su camino vivirá la clase de aventuras que se esperan del género, pero especialmente la aventura de salir vencedor del conflicto interno entre su naturaleza élfica, etérea y vegetal, y su Yo animal, su parte más brutal y humana.

Entre las novedades que Pérez de la Parte incorpora en su novela, destaca la dualidad de las distintas razas de Dracontrand. En este mundo conviven elfos, humanos, halflings, enanos y gnomos, aunque unificados y en relativa paz tras la conformación del G.U.M., el Gobierno Unificado Interracial. Pero lo que les hace diferentes a los creados por Tolkien, o a los más tarde replicados una y otra vez tanto por Weiss y Hickman como por infinidad de otros autores acérrimos del género, es la composición elemental de dichos seres, que se relacionan simbióticamente con su medio. Los elfos, por ejemplo, deben "dormir" en contacto con la tierra, obteniendo de ella las energías durante su reposo. Los halflings, a su vez, son anfibios capaces de respirar bajo el agua, y así sucesivamente.

También aparece en esta primera novela un interesante tratamiento de la mitología del mundo de Dracontrand, de sus deidades y criaturas, un sine qua non del arquetipo épico-fantástico que sin duda traerá a la memoria aquellas evocadoras teogonías de los grandes del género, a pesar de que en el presente título este aspecto se trate casi al vuelo, dejando a un servidor con ganas de más.

¿una segunda edición?
Y aunque pueda parecer trivial, no me gustaría dejar sin comentar el gran tratamiento que ha tenido la edición de la novela a cargo de Montena (la linea juvenil de Random House Mondadori), con una bella portada y una estupenda presentación. He visto por ahí lo que parece una segunda edición con un lavado de cara a la portada que es sencillamente genial. 

Tras comentarle a Francisco mi intención de escribir esta reseña, él mismo me pedía una opinión sincera, o como él ha dicho, el azúcar y los palos.

Y es que no se puede hacer una verdadera crítica sin mostrar los puntos flacos. Del mismo modo que hasta el palo dulce tiene astillas, puede que la novela hubiese agradecido una mayor profusión y profundidad de diálogos, y quizá algún que otro aderezo a la trama, a veces demasiado simplista. Lo que por otro lado es perdonable, siendo una obra dedicada a un público juvenil.

Pero lo que es innegable es el gran esfuerzo que se colige del texto: un vocabulario amplio y elegante, un estilo cuidado, y en definitiva un uso conciso del lenguaje.

Pérez de la Parte pega fuerte con su primera novela; espero impaciente por ver a dónde le llevará su carrera. ¿Leeremos pronto más aventuras en la tierra de Dracontrand?

9 comentarios:

  1. Tiene buena pinta, parece una de esas novelas que crean lectores.

    Respecto a los clichés, decía no hace mucho un blog que la fantasía es un cliché; yo iría más lejos, la literatura de género es un cliché. Naves espaciales que exploran la galaxia, elfos, mansiones embrujadas, la segunda guerra mundial...

    Aunque aquí al ser una novela para jóvenes se perdona y además tiene la marca del autor: halflings anfibios etc. Es decir, estoy de acuerdo contigo :)

    Incluso Tolkien tenía sus influencias, como por ejemplo Dunsany y su libro "La hija del rey del país de los elfos", y muchas otras más. Por eso creo que la corona de la originalidad dentro del género deberíamos dársela a Ende, a menos que exista otro autor que desconozca más original.

    Yo la verdad es que ya no leo mucha fantasía, sólo a Moorcock y poco más.

    Una reseña muy buena Lobo, objetiva y con clase.

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  2. Buenas, por lo que comentas parece un libro interesante, como lector de Tolkien y jugador de Rol de Dungeons & Dragons este tipo de temática me suele gustar.

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  3. Muchas gracias por la reseña, compañero. Por el esfuerzo en la lectura, el esfuerzo en la objetividad y en poner en palabras tu opinión. Por supuesto, gracias por las palabras amables, que son muchas.

    Aprovecharé, con tu permiso, para "aclarar" tres de las dudas planteadas.

    1) La portada que muestras en segundo lugar no es una segunda edición (espero estar cerca, pero todavía no ha llegado su momento pese a la buena acogida que está mostrando la novela entre el público), sino la primera portada que creó el Departamento de Diseño de Montena, que fue descartada en pro de la definitiva y que, por algún motivo, se filtró y por eso ahora puede verse en determinados puntos de la red.

    2) Respecto a la teología y la composición de credos y divinidades de Dracontrand, debo decir que es parte fundamental y clave en uno de los libros proyectados de forma posterior (y que, curiosamente, terminé este pasado verano el primer borrador). Enlazamos de este modo con el siguiente punto que quería tratar.

    3) La trama es “sencilla” de manera intencionada. Como he explicado en alguna ocasión, el origen de estas Crónicas surge de mi primer intento por escribir algo de cierta envergadura: una trilogía en la que había numerosas tramas entrelazadas, con varios puntos de vista, ambientada en Dracontrand. Pero, al ser yo inexperto (y más joven, claro), se me hizo tarea imposible sacar adelante el desarrollo de los acontecimientos al tiempo que dibujaba el mundo para el lector, y todo ello con una necesaria fluidez. Así, llegué un par de años más tarde, a la idea de hacer un libro (en formato editorial serían dos, como “El Guerrero Elfo” sería el primero) de cada uno de los héroes principales de la mencionada trilogía, a saber: Èlan-Garth el guerrero elfo, Aendel el mago humano, Thorn el sacerdote enano y Rift el ladrón/espía/contrabandista/pícaro/... aventurero halfling. Estas obras tendría tramas más sencillas (manejables) y en ellas se aprovecharía para contar diversas partes del mundo. Así, en la parte de Èlan se dibuja el mundo de los elfos y se perfilan primeras pinceladas del GUM, en la parte de Aendel se muestra la Esencia (magia a todos los niveles) y el mundo de los magos, en la parte correspondiente a Thorn el mundo de los enanos y las religiones (esa teogonía de la que hablábamos) y en la de Rift la idiosincrasia de los halfling y otras razas, además de la estructura que define las Cofradías de Ladrones, la de Asesinos, Mendigos y demás componentes de la cruda realidad de las sociedades dracontrasianas, las redes de espionaje, etc...

    Bueno, me estoy extendiendo demasiado (como es costumbre en mí, cuando no me controlo). Me alegro sinceramente que te haya gustado mi novela. La elegancia es una de las metas que me marco en todo momento, y que mi prosa te lo parezca me llena de satisfacción, de verdad.

    Para terminar, ante la pregunta “¿Leeremos pronto más aventuras en la tierra de Dracontrand?” solo cabe, de momento, una respuesta: Ojalá. Depende de que El Guerrero Elfo se vea respaldado por el público y de que Montena decida seguir apostando por mi humilde aportación a la literatura. Como te decía antes, siguiendo el orden que me marqué desde el principio, ya está escrita la continuación de las aventuras de Èlan, los dos volúmenes que narran la visión del mundo de Aendel y la primera de las dos obras que se centran en la atormentada vida de Thorn. El resto, por supuesto, está todo ya meticulosamente diseñado, pero aún no concretado en un primer borrador.

    Un fuerte abrazo desde Sevilla. Espero poder hacer muy pronto mi propia reseña de “El rebaño del lobo”. :)

    PD: Con tu permiso, voy a esperar un día o dos en “publicar” tu reseña en mis canales de comunicación (Facebook, Twitter, Blog) porque no quiero quitarle visibilidad al Encuentro de Anika entre Libros. Espero que lo entiendas y sepas disculparme.

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  4. Watson: Tienes razón en otorgar la corona de la originalidad a Michael Ende, por conseguir escribir algo que desde luego no se parezca a nada dentro del género; y coincido también contigo en que la novela de género en sí conforma un cliché casi por definición. Las influencias nunca deberían ser motivo de vergüenza.

    Odiealex: Pues en ese caso la temática de El guerrero elfo te va como anillo al dedo. Hay muchas partes de la trama que a mí me recordaron a alguna que otra partidilla... qué recuerdos.

    Francisco: Sobra el agradecimiento, lo he hecho encantado. Gracias por aclarar lo de la portada; me sorprendió encontrarla por ahí. Y muy interesante lo que cuentas sobre el proyecto de Dracontrand, una obra mucho más extensa y trabajada de lo que había podido imaginar en base a lo poco que ha ido llegado a mis oídos. Sería estupendo que te extendieses más en ese sentido en tu blog, para que todos nos familiarizásemos un poco con ese mundo tan vasto que estás creando. ;D

    Y agradezco que publiques mi reseña, pero por supuesto no solo te comprendo sino que no es necesario que te disculpe, no hay ninguna prisa (ni obligación).


    Gracias por comentar, un saludo a los tres.

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  5. Me alegro de ver un libro de este estilo publicado por un escritor español, a veces pienso que existen pocos ejemplos de literatura fantástica, de cierta calidad, en nuestro país.

    Si lo encuentro lo leeré, ya te comentaré. Un saludo.

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  6. Hay mucho más de lo que parece... solo hay que buscar. ;)

    Ya me dirás que te parece si lo lees.

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  7. ¡Hey! Yo también quiero conocer tu opinión, sibarita. :)

    Se agradecerá (y mucho), por supuesto.

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  8. Bien, mi opinión es que este género está suficientemente explotado, y que por mas que lo intenten ninguno de estos escritores superará a Tolkien. Sin embargo, me considero fanática de este tipo de novelas, por mas que intento incursionar en otro tipo de textos, estos siguen siendo mis favoritos ¡ADELANTE!

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    1. Hola Jane; en primer lugar, lamento no haber contestado antes (no sé ni si leerás mi respuesta) pero la entrada era algo antigua y la verdad es que este blog ha estado en pausa durante el verano.

      Es cierto que a los grandes no se les puede batir (seguro que Francisco de Paula te respondería con toda humildad que no alcanza al maestro Tolkien), pero por suerte se puede utilizar lo que ellos nos han enseñado para crear historias memorables, como es el caso.

      Bienvenida al blog, Jane, ojalá pases más por aquí.

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