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lunes, 17 de septiembre de 2012

Adiós a Grupo AJEC, o Sobre cómo las desgracias nunca vienen solas


Sentaos, sentaos; os contaré  una historia.

Eran tiempos distintos, acaso mejores. Se conmemoraba el décimo aniversario del ataque al World Trade Center. La grabación de datos de la sonda marciana Mars Express funcionaba de nuevo tras meses de angustia para los trabajadores de las agencias espaciales implicadas. Corría el otoño de 2011, el año internacional de la química, el año que ha sido declarado como aquel con la mayor cantidad de guerras en toda la historia.

En aquel momento un servidor se preparaba para terminar el último año de sus estudios (con el consiguiente bajón de productividad causado por la falta de tiempo para escribir), pero no iba a hacerlo sin contar con un manuscrito recién finiquitado y que había preparado para abordar el mundillo literario mientras atravesaba aquel relativo parón (que al final no fue tal parón, pero esa es otra historia). Siguiendo con la analogía del abordaje, el galeón en cuestión era la editorial Grupo Ajec, y el bajel corsario que lo embestiría era mi novela antológica de ciencia ficción: Ciencia y revolución (de la que ya os he hablado alguna vez).

Pero... un momento... 

 (º. º )

 ( º .º)

 (º . º)

Uno de los títulos de la colección Arrakis
de ciencia ficción, con una portada
sencillamente genial.
\(ºOº)/    «¡¿Y no enviaste el manuscrito a otras editoriales!?», puede que os preguntéis. Pues no, no lo hice. En aquel momento tenía muchas ganas de publicar con Ajec, y, en honor a la verdad, no había muchas otras editoriales cuya línea encajase tan bien con mi manuscrito, de modo que me la jugué a una carta. Decidí enviar mi obra a una única editorial por el momento, y a ninguna otra salvo en caso de ser rechazado (cosa que, adelanto, no ocurrió; probablemente ni siquiera pudiesen leerla, por lo que no recibí un sí, pero tampoco un no. Pobre consuelo...).

Mi novela fue recibida, y se me dijo que en un máximo de cinco meses recibiría una respuesta. Entonces ya me constaba que Ajec cumplía esto, y respondía a todas las propuestas que recibían dentro del plazo de cinco meses o menos. Por eso me extrañó mucho no recibir respuesta tras cinco meses, seis y hasta siete. Finalmente escribí al editor, pero tampoco recibí respuesta, y al poco tiempo descubrí la razón: una advertencia en el apartado de envío de originales de la web de grupo Ajec anunciaba que se había suspendido temporalmente la recepción de manuscritos, debido a que tenían más escritos en espera de los que podían leer y considerar.

Comprendí entonces que tendría que esperar indefinidamente y olvidé un poco el tema, hasta que un buen día de principios de agosto (y en esos diez meses desde que envié el manuscrito no hice ningún intento por presentar mi novela a otras editoriales), la noticia me cayó encima como un palet de ladrillos: Grupo Ajec cesaba su actividad editorial.

Vivimos tiempos muy duros, y la literatura de género es un mercado reducido. Grupo Ajec pudo salvarse del cierre el año pasado gracias al capital aportado por una campaña de suscripción; esta vez, ni siquiera eso fue suficiente.  


Aquí todos perdemos

El fondo editorial de AJEC abarcaba todo el espectro
del fantástico. Estos fueron los dos primeros libros
de la editorial que leí, de fantasía épica
y terror, respectivamente.
En este caso, como en tantos otros, gana la banca. Es demasiado evidente que los primeros perjudicados por el cese de la editorial son Raúl Gonzálvez, el editor, y sus trabajadores.

También lo son aquellos compañeros que tenían publicaciones apalabradas con la editorial, y  no ha podido ser.

Lo somos los escritores que nos dedicamos a la ciencia ficción, al terror, a la fantasía. Los que necesitamos un vehículo para llevar a las librerías un género muy mal tratado por el mercado editorial.

Y, tras la desaparición de esta editorial, perdemos los que queremos leer literatura castellana actual y de género. Pues, si ya el fantástico en castellano lo tiene crudo, creo que en el ámbito de la ciencia ficción (puede que aquí esté barriendo para casa), la cosa está todavía peor. 

No digo que sea imposible publicar ciencia ficción (eso sería una burrada), pero sí que ahora es todavía más complicado. Ojalá pronto cambie la situación, y aparezcan más títulos especulativos en las líneas de las editoriales de género, o, por qué no, nuevas editoriales que apuesten por esas historias que tanto nos apasionan a muchos sobre el tiempo y las estrellas, los androides y los entresijos más ocultos de la mente humana. 

Mientras tanto, me espera una larga búsqueda de editorial para Ciencia y revolución...


10 comentarios:

  1. Malos tiempos sí. Me temo que el problema de fondo es que nadie o muy pocos quieren gastar dinero en cultura.
    Ganan otros, eso sí.
    Me sabe mal lo de tu novela. Acaso hayan otras vías para que vea la luz.
    Saludos.

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    1. Tú lo has dicho: ganan otros...

      No te preocupes por mi novela, compañero. Me habría encantado compartir catálogo con tu Antigua Vamurta, pero el hecho de que en aquel momento Ajec fuese la editorial idónea para publicar mi libro no significa que no hubiese otras opciones.

      Pronto empezaré a buzonear. Toca cruzar los dedos y trabajar mucho, como de costumbre, pero mantengo la confianza.

      Saludos.

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  2. Sí, la ciencia ficción en España lo tiene complicado; más incluso que la fantasía, me temo. Y eso si hablamos de «space opera», porque la «hard»...

    Sin embargo, como has dicho, no es imposible publicar CF, seguro que si te armas de paciencia acabas encontrando editor. Y si no, pues a continuar escribiendo.

    A mí lo que me disgusta es que la mayoría de las editoriales no contestan, ¡así no se puede hacer colección de rechazos, como hizo King!

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    1. No, no es imposible. Pero la situación es muy difícil. Hay muchas (demasiadas) editoriales que en este momento no tienen abierta la recepción de manuscritos, por tiempo indefinido. Y, en la mayoría de las otras, es indudable que su volumen de títulos publicados ha bajado en el último par de años.

      Pero, como bien dices, entre que se consigue y no toca continuar trabajando. Somos escritores antes que nuestros propios agentes...

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  3. Sólo puedo desearte suerte. Publicar en España es difícil y como señalas, el género de la ciencia ficción lo tiene todavía más dificil.

    Mira en editoriales de hispanoamérica, quizás tengas opciones aumentando las opciones.

    Un abrazo y de nuevo suerte.

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    1. Gracias, sibarita.

      No me había planteado enviar mis escritos a editoriales hispanoamericanas, básicamente porque el problema editorial no es solo español: una editorial de Venezuela probablemente publicará primero a un best seller, y después a un autor venezolano. Un austríaco desconocido que intente publicar en Venezuela ya lo tendrá crudo de verdad (extranjero y sin garantías de vender libros) :S.

      No es que no sea una posibilidad, pero creo que la dirección adecuada es la que apunta primero al género patrio (y luego ya veremos). Además, yo escribo con modismos peninsulares, y allí leen modismos de sus distintas regiones y países, lo que añade otro pero a la posibilidad.

      Un abrazo.

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  4. Pues lo siento, la verdad es que esta complicado con la crisis todo en general y la cultura en particular. ¿Tal vez la autoedición?

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    1. Qué tal Alex.

      Es una posibilidad, pero no me atrae demasiado. La autoedición implica saltarse un filtro (que tu obra le parezca rentable a un editor, que después haya un proceso de corrección y adecuación...) que me parece demasiado importante.

      Creo que un autor consagrado y con conocimientos editoriales puede lanzarse a esa empresa... y yo por otro lado debo jugar según las reglas. A menudo en el mercado de la autoedición se encuentran obras que solo le gustan a la familia del autor.

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  5. Saludos Pedro,

    la verdad es que todos hemos quedado un poco huérfanos. Yo viví una situación similar hace tiempo con Noches de Suburbio: firmé contrato y al cabo de dos meses me quedé sin editorial.

    Aunque no sea fácil, de esto se sale, aunque como es natural puede llevar algo de tiempo. No nos queda otra que seguir adelante, compañero. Supongo que esto de dedicarse a escribir libros es un poco así...

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    1. Tú lo has dicho, hay que seguir adelante. Es lo que hay, y aunque ahora sea un poco más difícil, parece que poco a poco emergen otras editoriales para llenar el vacío. Mientras tanto, nosotros a trabajar, que ya habrá oportunidades más adelante.

      Por cierto, ya decía yo que me sonaba de algo el título de tu novela... finalista del minotauro, enhorabuena compañero (con mucho retraso).

      Un saludo y gracias por comentar.

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