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lunes, 25 de octubre de 2010

Contexto: Correción política y desambiguación de la guerra


"En una época de engaño universal, decir la verdad es un acto revolucionario."
George Orwell




¿Dónde está el limite para el escritor? ¿Puede permitirse éste convertir la ficción en su púlpito?

Cabe aclarar un par de cuestiones más o menos relacionadas con la cita que he elegido para esta entrada, breve pero concisa como la mayoría de las reflexiones que nos legó uno de mis escritores preferidos, autor de la archiconocida 1984 (novela que os recomiendo encarecidamente).

Que nadie se lleve a engaño, no me considero ni mucho menos un abanderado de la verdad; mi intención no es la de cambiar el modo de pensar o actuar de nadie y nunca lo ha sido.

Por otro lado, en El rebaño del lobo, la trama discurre dentro de un contexto de conflicto, una situación que para muchos podría llegar a ser políticamente incómoda. Pensando sobre las consecuencias de este hecho, me vinieron en su momento a la mente dos conceptos a priori encontrados: integridad versus corrección política. 

Quizá todo dependa de cómo los definamos.



La integridad (en un sentido ético) y tomándome la licencia de utilizar mis propias palabras, la definiría como la consecuencia entre nuestros valores y actos, ésto es: la capacidad o defecto de cumplir en la práctica los principios que consideramos correctos o indicadores de virtud en la teoría o el discurso.

En cuanto a la corrección política, por ser un concepto un tanto escabroso reproduciré aquí la definición que proponen los usuarios de Wikipedia:

La corrección política o lo políticamente correcto es un término utilizado para describir lenguaje, ideas, políticas o comportamientos que se considera que buscan minimizar las ofensas a grupos étnicos, culturales o religiosos. El término se usa también en un sentido más amplio para describir la afiliación con la ortodoxia política o cultural. En forma similar, el término políticamente incorrecto describe a aquello que podría causar ofensa o ser rechazado por la ortodoxia política o cultural de un determinado grupo.
El término y su uso es altamente polémico. Suele utilizarse con un significado peyorativo o irónico por quienes expresan preocupación por que el discurso público, la ciencia o los ámbitos académicos puedan estar dominados por puntos de vista excesivamente acríticos con determinado postulado.”


Dando por echo que queremos ser personas íntegras, ¿Es conveniente la corrección política?

Sí, es conveniente en un sentido sano, si nuestra intención es la de no ofender sensibilidades por el simple placer de herir o dañar.


Y en un sentido más difuso moralmente, es conveniente si queremos mantener contentos a determinados sectores sociales o de poder, (o incluso a individuos) porque así obtendremos un beneficio personal, incluso cuando para ello sacrifiquemos nuestros principios e integridad.


Atención a la cursiva: digo conveniente, que no convenido (al menos por mí). Pues en mi opinión lo preferible sería no sacrificar nuestros principios pero sí beneficiarnos de las ventajas de ésta correción política, en un sentido sano. 


¿Cómo ser íntegros y políticamente correctos en el caso de que nuestros principios sean contrarios a la opinión de ciertos sectores?


En un prinicipo puede parecer que sencillamente no existe ningún modo. Sin embargo, todo es muy relativo. Mi opción, por ejemplo, ha sido la de la abstracción. No vierto opiniones directas en mi novela, salvo por voz de los personajes, y en éste caso no necesariamente tengo por que compartir dichas opiniones. Si alguna opinión subjetiva puede extraerse de la narración, ésta en todo caso se deducirá de la libre interpretación que cada uno haga de los hechos que yo muestro, por mucho que éstos puedan o no parecerse a la realidad. 





¿Entonces, tiene mensaje El rebaño del lobo?

Me gusta pensar que sí. Pero no un mensaje de colores o banderas, sino un mensaje de valores y humanidad. Una pequeña llamada a la atención de quien leyendo la novela, comparta conmigo una sensación de peligro, un peligro que no sólo encontramos en la ficción, sino también de manera cada vez más preocupante en telediarios y prensa. 



Nota: Las imágenes (salvo error) son fotografías veraces de conflictos reales y actuales o relativamente actuales como la guerra de Irak, las tensiones en la frontera de Gaza o la crisis de Georgia. Las imágenes han sido descontextualizadas, ajenas a cualquier intencionalidad política o reivindicativa, y en ningún momento pretenden ofender o molestar a ningún lector o visitante del blog.  

3 comentarios:

  1. Interesante post. Inusual, duro, directo... plas, plas.

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  2. Me ha gustado la entrada, espero que tengas suerte con la novela que escribes.
    Buen blog, te sigo desde ahora.

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  3. Gracias por vuestro ánimo.

    Así da gusto llevar un blog ;D

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