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martes, 31 de mayo de 2011

El rebaño del lobo en la Feria del libro de Zaragoza

 



Este domingo, 5 de Junio, estaré esperando a todo el que se quiera acercar a conocer El rebaño del lobo en la Feria del libro de Zaragoza.

La feria, que ya comenzase el anterior viernes 27, se dispondrá en la Plaza de Aragón, así que podréis encontrarme durante toda la tarde en el stan de Certeza -casetas 51y 52, frente a la estatua del justicia-, quienes amablemente nos han cedido ese espacio para dar a conocer un poquito más la historia de Julia y el rebaño a todo aquel que quiera acercarse.

¡Los que estéis en Zaragoza no tenéis excusa!

sábado, 28 de mayo de 2011

Y os vestiréis para matar: sobre las debilidades del estado


Y saldréis del furgón, con vuestro armamento reluciente y a estrenar.
Y os esconderéis tras vuestras viseras.
Y esconderéis vuestros números de placa.
Y os ordenarán cargar.
Dudaréis, os fallarán las piernas, os temblarán las manos.
¡Corriendo coño, corriendo! ¡Cargad joder!
Y cuando el primero corra todos le seguiréis.
Esperaréis a que otro dé el primer golpe.
Primero sin fuerza, contra los viandantes desprevenidos, los que no os intimidan tanto entre ese mar de personas indignadas.
Y miraréis hacia la multitud que os espera, y sentiréis el terror que vuestros compañeros esconden, y las piernas os fallarán de nuevo.
¡Venga, con cojones!
Y os lanzaréis contra ellos, en silencio.
Y habrá para todos, protestantes y prensa, jóvenes y mayores.
Y habrá quien os desafíe, habrá quien os mire a los ojos con las manos extendidas y la indignación como arma.
Y pensaréis ¿me reconocerá?, porque sabéis que muchos os odian lo suficiente como para mataros.
Y el asco el odio y la rabia se reflejarán en el plástico de vuestros cascos, y la sangre manchará las porras y las aceras, el asfalto y los cuerpos.

Todo terminará.

E iréis a vuestras casas, con vuestras familias.
Y veréis la televisión, arroparéis a vuestros hijos, os acostaréis con vuestras mujeres y novias.
Y cerraréis los ojos.

¿Qué veréis?


Y dejaréis de ser humanos, y todos os maldecirán, yo os maldigo.
Y os haremos sentir la vergüenza y el asco hacia vosotros mismos que debisteis haber sentido hace ya mucho tiempo.
Muchos lo olvidarán, dejarán de pensar en ello.
Pero el odio seguirá en nuestros corazones, al menos tanto tiempo como vuestras botas sigan en nuestras calles.
Y muchos os recordarán, y muchos escupirán al veros.

Y os veréis fuera de vuestro uniforme, en vuestras tascas, en el fútbol, en el colegio de vuestros hijos, y la gente sabrá lo que sois y veréis el asco en el fondo de sus miradas.

Y nunca tendréis la razón, la fuerza.
Sois las debilidades del estado, y moriréis en la vergüenza.

lunes, 23 de mayo de 2011

Bruce Sterling: Islas en la red

En estos días en los que se habla tanto y ocurren tantas cosas, prefiero ser (al menos en este espacio) uno de los que menos digan.

Dejo el nombre de un escritor, una novela suya y dos breves citas de la misma.

No es mucho. Claro que a veces no hace falta más.


Islas en la red, de Bruce Sterling

[Sobre la democracia económica]


-¿... una especie de directora de hotel?
-En Rizome no tenemos puestos de trabajo, doctor Razak. Sólo cosas que hacer y personas que las hacen.
-Mis estimados colegas del Partido de Innovación Popular podría llamar a esto ineficiente.
-Bueno, nuestra idea de la eficiencia tiene más que ver con la realización personal que con, hum, las posesiones materiales
-Tengo entendido que un amplio número de empleados de Rizome no trabajan en absoluto.
-Bueno, nos oocupamos de los nuestros. Por supuesto mucha parte de esta actividad se haya fuera de la economía del dinero. Una ecnomía invisible que no es cuantificable en dólares.
-En ecus, querrá decir
-Sí, lo siento. Como el trabajo del hogar: ustedes no pagan ningún dinero por hacerlo, pero así es como sobrevive la familia, ¿no? Sólo porque no sea un banco no quiere decir que no exista. Un inciso, no somos empleados de, sino asociados.
-En otras palabras, su línea de fondo es alegría lúdica antes que beneficio. Han reemplazado ustedes el trabajo, el humillante espeectro de la producción forzada, por una serie de variados pasatiempos como juegos. Y reemplazado la motivación de la codicia con una red de lazos sociales, reforzados por una estructura electiva de poder.
-Sí, creo que sí..., si comprendo sus definiciones.
-¿Cuánto tiempo transcurrirá hasta que eliminen enteramente el trabajo?

 

[Sobre el futuro de los estados nacionales]


Laura apartó su plato, luchando con su japonés.
—Viena existe para proteger «el orden político». Para proteger a los gobiernos. No nos pertenece. Las corporaciones no pueden firmar tratados diplomáticos.
—¿Por qué no? —dijo francamente Yoshio—. Un tratado es sólo un contrato. Esta hablando usted como mi abuela. Ahora es nuestro mundo. ¡Y hay un tigre suelto en él! Un tigre que creamos nosotros..., porque pagamos estúpidamente a otras personas para que se convirtieran en las garras y los colmillos de nuestras corporaciones.
—¿Quién le pone el cascabel al gato? —dijo Mika en inglés. Echo mas sake en la pequeña tetera eléctrica.
Yoshio les miro y se rió.
—Vaya caras más largas. ¿Por qué parecen tan impresionados? Ya han actuado como diplomáticos Rizome..., subvirtiendo Granada a su política corporativa. No sean tan..., ¿cuál es la palabra? ¡Inescrutables! ¡Sean más modernos! —Se tiró de las mangas del quimono—. Agarren el problema con ambas manos.
—No veo como es posible hacerlo —dijo Laura.
—Es muy posible —respondio Yoshio—. Kymera y Farben han estudiado este problema. Con la ayuda de nuestros aliados, como su Rizome, podemos multiplicar muchas veces el presupuesto de Viena, de una forma muy rápida. Podemos contratar muchos mercenarios y ponerlos a las órdenes de Viena. Podemos lanzar un ataque repentino sobre Malí y matar de inmediato al tigre.
—¿Es eso legal? —murmuró David.
Yoshio se encogió de hombros.
-¿A quién preguntárselo? ― ¿Quién toma esa decisión? ¿Los gobiernos como los Estados Unidos? ¿O Japón? ¿O Malí, o Granada? ¿O lo decidimos nosotros? Votemos.
—Alzó una mano. Yo digo que es legal.
Mika alzó rápidamente su mano.
—Yo también. ¿Cuanto tiempo podemos ― esperar? ―dijo Yoshio— El Ejército Libre atacó una pequeña isla, pero igualmente pudo haber sido la isla de Manhattan. ¿Debemos aguardar a que ocurra eso?
—Pero está hablando de sobornar a la policía global -dijo Laura- ¡Eso suena como un golpe de estado!
―¿«Kudetah»? —dijo Yoshio con un parpadeo. Se encogió de hombros.
¿Por qué seguir trabajando a través de los gobiernos? Cojamos el camino del medio.
—Pero Viena nunca estará de acuerdo. ¿Lo estará?
—¿Por que no? Sin nosotros, nunca llegarán a ser un auténtico ejército global.
—Déjenme decirlo claramente —indicó Laura—.¿Están hablando ustedes de un ejercito corporativo, sin el respaldo legal de ninguna nación, invadiendo otras naciones soberanas?
-Una revolución no ― es una cena social —dijo ika. Se levantó graciosamente y empezó a retirar los platos.
Yoshio sonrió.
―Los gobiernos modernos son débiles. Nosotros los hemos hecho débiles. ¿Por qué fingir otra cosa? Podemos enfrentarlos unos contra otros. Nos necesitan más a nosotros de lo que se necesitan entre sí.
―Traición —dijo David en español. Y remachó en inglés—: Traición.
—Llámelo huelga laboral —sugirió Yoshio.
—Pero, cuando consigan reunir a todas sus corporaciones —indicó Laura—, la policía del gobierno los estará arrestando como conspiradores a diestro y siniestro.
—Sí, es como una pequeña carrera, ¿no? —observó alegremente Yoshio. Pero veamos quien controla la policía de Viena. Pueden arrestarnos a muchos antes de que termine todo esto. Pero, ¿los burócratas nos llaman «traidores»? Nosotros podemos llamarles «simpatizantes del terrorismo».
—¡Pero están hablando ustedes de una revolución global!
—Llamémoslo «racionalización » sugirió Yoshio, tendiendole a Mika una bandeja. Suena mejor. Extirpamos las barreras innecesarias del flujo de la Red global. Barreras que resultan ser los gobiernos.
—Pero, ¿qué tipo de mundo nos dará eso?
—Esto dependerá de quién haga las nuevas reglas dijo Yoshio. Si uno se une al bando vencedor, obtiene derecho al voto. Si no, bueno... Se encogió de hombros.
—¿Sí? ¿Qué ocurrirá si su bando pierde?
—Entonces las naciones tendrán que luchar contra nosotros, para poder acusarnos finalmente de traición dijo Mika. Oh, lo harán, finalmente. Quizás en unos cincuenta años.
—Pienso que quemaré mi pasaporte japonés y me convertiré en ciudadano mexicano murmuró Yoshio. Quizá todos nosotros podamos convertirnos en ciudadanos mexicanos. México no va a quejarse por ello. ¡O podríamos probar Granada! Podríamos probar un nuevo país cada año.
—No traiciones a tu propio gobierno sugirió Mika. Limítate a traicionar a todos los demás gobiernos. Nadie ha llamado nunca traición a eso.
—Las elecciones Rizome van a producirse ya indicó Yoshio—. ― Dicen que son ustedes demócratas económicos. Si creen ustedes en la Red, si creen en su propia moralidad..., entonces no pueden escapar a esa línea de acción. ¿Por qué no lo someten a votación?

viernes, 13 de mayo de 2011

Blogger anda loco...

Pues eso, que blogger va que no va, ahora desaparecen los comentarios, ahora las entradas, y unas cosas reaparecen, las otras no... un estrés, vamos.

Pero el deber obliga, y parece que las aguas se calman de nuevo, esperemos que lo suficiente como para que pueda publicar esta entrada.

Éste sábado -todavía podréis asistir si leéis esto a tiempo-, Luis Borrás acudirá a un acto organizado en la biblioteca municipal de Calatayud con la participación del club de lectura Bilbileyendo para comentar su libro de relatos Cambio de planes, del que creo haber hablado ya por aquí en alguna otra ocasión.

Os dejo con unas fotos de la presentación de El rebaño del lobo en El Corte Inglés de Zaragoza, que fue todo lo bien que pueden ir las cosas cuando un tímido incurable se coloca ante un micrófono.

Gracias a todos los que os acercásteis. ;D



miércoles, 11 de mayo de 2011

Tardes en la tratienda: Praemortis, de Miguel Ángel Moreno

Para que no se lo pierda nadie (que luego siempre os quejáis) aviso a navegantes: este Jueves 12, a las 20:30 de la tarde, Miguel Ángel Moreno presentará su novela Praemortis en la librería dondeloslibros (seguro que ya sabéis donde está, pero aun así para despistados podréis encontrarla en la Av. Pascual Marquina de Calatayud).

La novela (aunque para leer aquí la reseña tendréis que esperar a que yo haga lo propio con el libro de Miguel Ángel Moreno) parece contener ingredientes de thriller, ciencia ficción, y a tenor de lo poco que me ha dado tiempo a leer en el blog del autor y otros lares, también un alto componente filosófico, esperemos que felizmente ejecutado.

No quiero adelantar mucho del argumento, pero por lo que me ha parecido entender gira en torno al desencanto provocado por la resolución de un eterno misterio: en el escenario futurista de Praemortis se desvela el gran secreto, se descubre qué nos espera tras la muerte, y lo que viene después resulta no ser muy agradable. ¿Cómo reaccionará la sociedad a este conocimiento?




lunes, 2 de mayo de 2011

"El estribillo de tu novela... "


Empieza por la tarde, cuando me despierto, y termina por la mañana, cuando me duermo. No puedo caminar sin oír esa canción en mi cabeza, no puedo escribir (¡Escribir, la tarea que más silencio requiere en este mundo!) sin que esos acordes sincopados broten a través de la funda de poli-tela de los auriculares, o si estoy solo y la hora no es intempestiva, de los más bien mediocres altavoces del portátil.

Hace días que esto es así, y por el momento no parece ir a parar.

La oí en una serie... en Scrubs, ese peculiar cruce entre Ally Mcbeal, Friends y Urgencias que sorprendentemente me encanta. No le hago ascos a la mayoría de la música siempre que sea de calidad... pero aun así no es ningún secreto que lo mío es la música contundente, o en palabras de  Bill el héroe galáctico: "la música rápida, agresiva y con mucho ritmo, para poder seguirla con el pie".

Y sin embargo no se me pega ningún himno de Pantera o Metallica, sino este tema de The Coral, en un rollo Beatle-Ska de lo más extraño, sí, pero con calidad (tengo que reconocerlo).

Tiene que haber algo en la armonía, en la línea de bajo, en el viento metal, en los coros... ¿Qué es lo que me lleva una y otra vez a pulsar el botón de PLAY? ¿Será la melodía del estribillo? ¿Será la genial división del riff entre las dos gitarras (y mira que son más simples que el mecanismo de un chupa-chups...)? ¿O es la estructura, cada parte durando el tiempo preciso y perfectamente ordenada con las demás?

En mis ratos libres me gusta aporrear la guitarra, y como músico (o musicastro, depende de cómo se mire) no puedo evitar preguntarme esto, no puedo evitar buscar esa piedra filosofal, ese ingrediente secreto que bien utilizado durante la cocción separa las buenas canciones de las mejores... ¿Por qué no puedo dejar de escucharla? ¡Que vuelvan James y Kirk, que vuelva Dimebag, que vuelva Mustaine!

Y digo yo... ¿No estará también entre los ingredientes de los buenos relatos esa especia secreta, tan formidable y adictiva? ¿No puede encontrarse también el modo de que un libro no salga de la mente de quien lo lea, quedando allí aun mucho después de haber sido leído?

Escucho la misma canción en reproducción continua; el final del post se acerca y solo me queda preguntarme: ¿Tan reprochable es admitir que me encantaría que algún día me dijeran, marcando el compás con el pie: "No pienso en otra cosa, no me quito de la cabeza el estribillo de tu novela"?